Entrevista a la Dra. Helena Herrero, jefa de los Servicios Médicos de la Real Federación Española de Fútbol y miembro de España Salud
- Doctora en Medicina y Cirugía y especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte, la Dra. Helena Herrero dirige los Servicios Médicos de la Real Federación Española de Fútbol desde el año 2012. Miembro de la Comisión Médica de FIFA, vicepresidenta 1ª de la Comisión Médica de UEFA, presidenta de la Comisión Antidopaje de la RFEF y coordinadora de la Comisión Médico-Científica del Comité Olímpico Español, desde el pasado mes de julio es también miembro de la Fundación España Salud.
Los expertos insisten en la necesidad de realizar controles preventivos a los deportistas, especialmente a los niños que empiezan, para evitar episodios cardíacos derivados de cardiopatías no detectadas. Proponen hacer extensiva esta medida a los deportistas amateurs cuando tramiten la licencia federativa. En la provincia de Girona, la Fundación España Salud y el Hospital Josep Trueta realizaron revisiones a niños de entre 7 y 12 años y se detectaron un 3,5 % de casos con afección cardíaca. ¿Cuál es el posicionamiento de la RFEF?
El reconocimiento médico previo a la competición es un requisito imprescindible en la Real Federación Española de Fútbol para obtener la licencia federativa en todas las categorías: desde los más pequeños, alevines y benjamines, hasta los adultos. El reconocimiento médico nos permite valorar las capacidades morfológicas y/o funcionales, la aptitud, hacer pronósticos acerca del rendimiento deportivo, pero, sobre todo, nos permite descartar contraindicaciones absolutas o relativas para la práctica del deporte e informarnos acerca de la existencia de patologías que pueden ser causantes de lesiones. Corregidas a tiempo pueden evitar un gran número de lesiones, dando especial relevancia al screening cardio vascular. En el futbol aficionado es de vital importancia poder hacer una historia clínica enfocada a conocer los antecedentes cardiológicos personales y familiares del jugador, así como un electrocardiograma basal (ECG) de 12 derivaciones. Son cuestiones muy básicas que nos aportan una gran cantidad de información.
¿Se reducirían así las probabilidades de muerte súbita?
Hay claras evidencias para recomendar la inclusión del ECG de reposo en el protocolo de screening en el reconocimiento médico deportivo puesto que esta prueba aumenta la probabilidad de identificar a aquellos sujetos con riesgo de muerte súbita. Siempre hablamos del ejemplo italiano. En aquél país, tras incluir un ECG para todos los deportistas, consiguieron una reducción en la mortalidad por cardiopatía del 89 % en el periodo 1979-2004. En los trabajos de Pellicia y Corrado en Italia, sobre 32.652 deportistas amateurs analizados encontraron cambios electrocardiográficos en el 11.8 %, considerándose un 4.8 % de estos anormales, por lo que precisaron estudios posteriores.
¿Cómo gestiona la RFEF la prevención de la muerte súbita?
La prevención de la muerte súbita es un asunto de enorme interés y preocupación para la Real Federación Española de Fútbol. Es a través de la Mutualidad de Futbolistas -entidad que presta asistencia médica a los jugadores federados aficionados a través de 17 delegaciones territoriales distribuidos por todo el territorio nacional- la que se encarga de realizar los reconocimientos médicos obligatorios para obtener la licencia federativa. En concreto, el número de reconocimientos que la Mutualidad realiza cada año, está en torno a los 350.000.
En los últimos tiempos no hay maratón que no se cobre la vida de algún participante cuya preparación no es la idónea para ese tipo de pruebas. ¿Los controles preventivos en este tipo de pruebas deberían ser necesarios?
Sin ninguna duda son necesarios. No es sensato que una persona vaya a participar en una actividad deportiva de alta exigencia como es una maratón sin antes estar seguro de que no padece ninguna contraindicación médica y de que está en perfectas condiciones para afrontarlo. Es más; cualquier persona que en un momento determinado decide comenzara a hacer deporte, incluso decide comenzar a ir al gimnasio, debería hacerse previamente un chequeo médico. Tenemos que educar a la población en este sentido y que sean usuarios de la medicina preventiva. La medicina deportiva, tan poco reconocida en nuestro país, no solo atiende a los deportistas, sino también a la población general y es el médico deportivo el más capacitado para prescribir ejercicio físico a la población general.
¿La mejor medicina es el deporte? ¿Se debería prescribir menos ibuprofeno y más actividad física? Parece ser que cada vez se hace menos ejercicio físico y esta tendencia es especialmente preocupante entre los niños y adolescentes.
Completamente de acuerdo. La Organización Mundial de la Salud promueve la práctica de ejercicio en la población general como medio para evitar enfermedades crónicas y promover hábitos saludables, instando a los gobiernos a desarrollar políticas que fomenten la salud pública. Todos los estudios señalan el sedentarismo como factor concomitante con la aparición de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes o la obesidad. La poca actividad física es especialmente preocupante entre los más jóvenes, de modo que yo diría: menos ibuprofeno, menos videojuegos y más deporte. Está demostrado que los jóvenes que practican deporte de manera regular presentan mejores capacidades cognitivas e intelectuales y mejor capacidad para manejar situaciones emocionales como el estrés o la ansiedad. Asimismo, está demostrado que los adultos con enfermedades crónicas se benefician de manera clara con la actividad física, llegando a necesitar menos medicación y, en muchos casos, a no necesitarla.
¿Cómo ve el uso de las terapias regenerativas y la terapia celular en los deportistas?
En mi opinión, hay muchas lesiones que padecen los deportistas que pueden beneficiarse con el uso de este tipo de terapias. Creo que el futuro va por ahí. Ahora bien; tenemos que utilizar aquellas terapias de las que tenemos clara evidencia científica que funcionan y son útiles en la curación de las lesiones. Tenemos que seguir avanzando en la investigación y recorrer este camino apoyándonos en la ciencia.
¿Faltan más controles antidopaje en el futbol español? España es el 10º país en análisis antidopaje, muy por detrás de Reino Unido o Francia.
En julio de 2013 entró en vigor la nueva Ley de Protección de la Salud y Lucha contra el Dopaje, por la cual la realización de controles antidoping pasaba de ser una competencia federativa a depender directamente de la Agencia Española de Protección de la Salud y lucha contra el Dopaje, AEPSAD. Por lo tanto, lo que puedo decir es que nosotros hacíamos numerosos controles, por encima de 1.000, en las diferentes categorías en los partidos de la Liga española. Los últimos datos publicados por la AEPSAD sobre número de controles es de 2018 y en concreto en fútbol realizaron 815 controles: 467 fuera de competición y el resto en competición. De los cuales obtuvieron un resultado adverso un 0,2 %. Por tanto, lo primero que quiero aclarar es que, a pesar de lo que se puede leer en algunas publicaciones, los casos de doping en fútbol, tanto a nivel nacional como internacional, son muy escasos, situándose entre el 0,2 y el 0,3 %. La mayoría de los casos se detectan en las categorías de los más jóvenes por el consumo de las denominadas “drogas sociales”.
¿A qué atribuye estas cifras?
A que las comisiones antidoping de las federaciones internacionales han desarrollado un trabajo ingente relativo al número de controles, normativa, investigación, así como de colaboración con las agencias nacionales. Todo ello hace muy difícil la existencia de doping en fútbol.
¿Es técnicamente difícil detectar en un control la hormona de crecimiento y la EPO? ¿Cómo conciliar las necesidades farmacológicas prescritas a deportistas con los efectos de dopaje?
A la primera de las cuestiones la respuesta es muy clara: categóricamente, no. No existe ninguna dificultad en detectar estas sustancias con las técnicas disponibles hoy en los laboratorios. En cuanto a la segunda pregunta, cuando un deportista necesita un fármaco, bien sea por una lesión aguda o bien porque padece una enfermedad crónica -como puede ser la diabetes-, se resuelve mediante la solicitud de una TUE (autorización de uso temporal) por parte de su médico ante la AEPSAD.
¿Cómo se encuentra en España la Medicina del Deporte?
La situación de la Medicina del Deporte en España es lamentable. Mientras nuestros médicos especialistas en este campo son reconocidos y demandados fuera de España por su formación y conocimientos -de hecho, muchos de ellos se encuentran trabajando en equipos internacionales- y mientras que la OMS está instando a los gobiernos a promocionar políticas que fomenten la práctica del deporte entre sus ciudadanos, aquí, en España, la formación en Medicina del Deporte, está parada a todos los efectos. La última oferta de plazas de formación especializada en régimen de alumnado a través de las Escuelas de Medicina del Deporte tuvo lugar en la convocatoria 2015-2016. En 24 países de la Unión Europea existe la formación reglada de la especialidad. Es inconcebible que esto esté sucediendo en España y que sean instituciones privadas, hospitales, clubes y otras instituciones de carácter civil las que estén tratando de suplir esta falta de formación, asumiendo competencias que deberían ser del Estado. Por otro lado, este camino no está exento de dificultades, no solo desde el punto de vista de la financiación sino también de las diferencias entre comunidades autónomas.
En su responsabilidad al frente de los servicios médicos de la Federación, tan importante como cuidar de la salud física de los jugadores debe ser cuidar de su salud mental. Cada vez se conocen más casos de deportistas de elite que han admitido haber sufrido fuertes niveles de estrés o depresiones. En algunos casos, incluso han abandonado.
Ser deportista de elite siempre representa un enorme esfuerzo personal. Detrás de la imagen de éxito de muchos futbolistas conocidos por el público en general, hay una vida llena de lucha y sacrificios. Por otro lado, las exigencias de los calendarios de competición actuales, tan intensos, sin tiempo para recuperarse, y con viajes internacionales, hacen muy difícil mantener la salud física y mental. El fútbol es un deporte intermitente de alta intensidad que requiere de frecuentes cambios explosivos en el ritmo que produce alteraciones a nivel muscular y fatiga que precisa al menos 72 horas para recuperarse; tiempo del que en muchas ocasiones no se dispone, lo que no solamente representa un mayor riesgo de lesión en los partidos posteriores, sino que se va acumulando la fatiga física y mental. Por todo ello, el equipo de profesionales médicos que trabajan en torno al jugador debe ser multifactorial. Lo que comporta también la presencia de psicólogo cuando se necesita para adiestrar a estos deportistas en el manejo de las situaciones de estrés que la competición actual conlleva.