LAUREANO MOLINS, médico e investigador, presidente de la sede en Barcelona de l’AECC Catalunya y miembro de la Fundación España Salud.

La pandemia que estamos sufriendo por la Covid-19 ha hecho que nuestro sistema de salud, público y privado, de atención primaria y especializada, domiciliaria, paliativos, sociosanitarios y de transporte sanitario se concentre, casi al 100%, en combatir sus consecuencias y prevenir su mayor extensión.
El esfuerzo titánico de auxilia-res, enfermeras, camilleros, personal de limpieza y cocina, médicos, personal administrativo y directivos, está haciendo posible que poco a poco podamos controlarla y que, más temprano que tarde, podamos empezar a pensar en volver a la normalidad.

Desde que empezó esta crisis y siendo conscientes de cómo afectaba a los enfermos de cáncer y su entorno, desde la AECC-Catalunya contra el Cáncer de Barcelona nos pusimos en marcha de manera urgente con la intención de reducir el impacto socioemocional y por lo tanto, mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por el cáncer, ajustándonos a las medidas de contingencia establecidas, gracias al proceso de digitalización que ya se había iniciado en nuestra entidad en los últimos años.

Después de un diagnóstico oncológico, los gastos médicos de una familia pueden aumentar hasta un 15%

Concretamente, con los voluntarios de la AECC con experiencia y habilidades de acompañamiento, porque ya realizaban su actividad en los hospitales y domicilios, estamos apoyando, mediante llamada telefónica o chat en línea, intentando reducir la sensación de soledad y contribuyendo a fomentar un mayor bienestar. Asimismo, nuestros profesionales (psicooncólogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas y nutricionistas) han atendido, por vía telemática, a 581 beneficiarios en un total de 1.436 sesiones, cifra similar a las de antes de la pandemia.

Pero no sólo esta atención personalizada e inminente es importante, sino que somos conscientes de la emergencia socioeconómica que representa en esta población de riesgo en estos momentos y a medio plazo.

Una familia puede llegar a aumentar sus gastos destinados a la salud entre un 4% y un 15% después de un diagnóstico de cáncer, es decir, un gasto medio mensual entre 100 y 300 euros. Eso provoca un desajuste en su economía, llegando a tener que reducir los gastos de primera necesidad como la alimentación o la vivienda. Estas familias entran en extrema vulnerabilidad a causa del cáncer y estas cifras se ven aumentadas a causa de los efectos sociales de la Covid-19.

Por este motivo, desde la AECC hemos creído necesario promover la creación de un fondo de ayuda económica de emergencia para las necesidades sociales de enfermos de cáncer y sus familias, dotándolo inicialmente con tres millones de euros, y en concreto en Barcelona con más de 500.000 euros.

Este fondo de emergencia se pone a disposición de los que más lo necesiten con el objetivo de estar, más cerca que nunca, y de una manera concreta, con los que pasarán por una situación de mayor vulnerabilidad a raíz de la pandemia de la Covid-19. La idea es hacer un llamamiento a la población general y a las empresas para que se sumen con dotaciones económicas a este fondo y hacerlo crecer, abriendo la puerta a poder trabajar con muchas otras entidades sociales y autoridades públicas, para buscar soluciones al escenario que planteamos.