Coincidencia de los expertos en incorporar caducidad de algunos equipos como sucede en países próximos.
Representantes de las principales compañías del sector de tecnología sanitaria presentes en España Salud abordaron, en la primera sesión de este Grupo, entre otros aspectos, la necesidad futura que determinados equipos tecnológicos en centros públicos incorporen fecha de caducidad en su utilización con pacientes. Así sucede en países de nuestro entorno europeo, como Francia, donde se limita la posibilidad que equipos de alta tecnología sanitaria de determinada antigüedad sigan tratando a pacientes. Este es el principal tema tratado en esta sesión en la que participaron directivos de GE, Canon, Siemens, E&Y, Hologic, entre otros. La consultora E&Y elaborará un informe de situación de la caducidad de equipos sanitarios en Europa que se expondrá en la siguiente reunión tras el verano. También se analizarán las previsiones de las distintas CC.AA, que tienen competencia para decidir las compras de los centros sanitarios públicos, en este ámbito. La necesidad de establecer una caducidad a determinados equipos viene dada, también, a fin de garantizar la reducción de dosis radioactiva de algunos dispositivos.
A pesar de señalar, reiteradamente, la situación de elevada antigüedad del parque tecnológico, este Grupo de Trabajo no apreció una mejora significativa de esta situación, lo que implica una elevada proporción de equipos de 10 o más años de antigüedad, contraviniendo las recomendaciones internacionales. En este sentido, la asociación Fenin afirma que la prestación de los cuidados de salud no se beneficia de los sistemas de diagnóstico y tratamiento más innovadores que permiten un diagnóstico más certero, el uso de menores dosis de radiación y de medios de contraste, la trazabilidad y la explotación de datos, así como el acceso a los tratamientos y monitorización más avanzados.
Las tecnologías de diagnóstico, monitorización, tratamiento y soporte a la vida, entre otros, así como los sistemas de información clínica para la gestión de los procesos asistenciales han demostrado su eficacia para mejorar los procesos clínicos, especialmente la calidad diagnóstica y terapéutica y aumentar la seguridad de pacientes y profesionales.